1. “La piel grasa no necesita hidratación”

¿Por qué es un mito? Nació el pensamiento, totalmente ERRÓNEO, de que gracias a la propia grasa de la piel no es necesaria una hidratación, ya que la sobrehidratación puede causar roturas y brotes de acné por acumulación del sebo. 

No es del todo mentira, ya que el hidratar en exceso tu piel SÍ puede ser negativo a largo plazo, pero tampoco hay que cortar la hidratación de raíz por pensar así. Todas las pieles necesitan un cuidado y un mantenimiento, independientemente de si son grasas o secas. Si no hidratas tu piel grasa, esta misma puede generar más grasa aún para compensar la falta de humedad.

¿Cómo desmentirlo? Solo tenemos que entender que una hidratación adecuada es necesaria para mantener una barrera cutánea saludable. En este caso, recomiendo cremas a base de agua o en textura gel, ya que suelen ser más ligeras y no te dejarán esa sensación de pesadez en el rostro.

     2. “Usar protector solar solo es necesario cuando hace sol”

¿Por qué es un mito? Mucha gente piensa que el protector solar es únicamente necesario en días soleados, incluso solo en verano. Esto es totalmente MENTIRA.

Los rayos solares (UV, sobre todo UVA), están presentes hasta en los días en los que no se ve el cielo por las nubes. Estos crean ventanas y atraviesan barreras hasta llegar a tu piel. El no protegernos de los rayos puede ocasionar envejecimiento prematuro y, en los peores casos, cáncer de piel.

¿Cómo desmentirlo? Es necesario usar protección solar siempre, hasta en espacios cerrados donde puede entrar la luz natural. Nuestra piel es muy frágil y debemos protegerla de los daños que pueda causar el sol.

      3. “El acné surge a raíz de una mala higiene”

¿Por qué es un mito? Muchas personas piensan que el acné está directamente relacionado con la cantidad de veces que te lavas la cara al día, y es que hay quien dice que cuanto más te laves, antes dejarás de tenerlo.

ERROR. El acné no es solo fruto de la suciedad, sino de varios factores como la sobreproducción de sebo, bacterias, inflamación, cambios hormonales e incluso genética. Lavarse la cara en exceso puede empeorar el problema, ya que se elimina la barrera natural de la piel y esto puede llevar a la irritación y un aumento en la producción de grasa.

¿Cómo desmentirlo? En casos severos de acné, la mejor opción es siempre consultarlo con tu dermatólogo, el cual nos puede recomendar productos que contengan activos como el ácido salicílico o los retinoides. En casos leves, la limpieza debe realizarse únicamente dos veces al día y la mejor opción es esperar a que los granitos desaparezcan por sí solos.