The Glow List
Rutinas para todas las pieles by EA Beauty
Capítulo 1:
La rutina de skincare perfecta para cada tipo de piel: la guía definitiva
¿Te gustaría empezar a cuidarte, pero no sabes cómo? Te ofrezco una guía para cada tipo de piel donde te enseño todos los pasos para cuidar tu piel y mantenerla brillante y saludable.
Antes de nada, me gustaría lanzar una pregunta al aire... ¿Sabes qué tipo de piel tienes? Si no lo tienes claro, deberías hacer esta prueba sencilla para identificarlo. Te sugiero que te laves la cara con tu limpiador habitual y que esperes una hora a ver cómo reacciona. Todo esto sin aplicarte ninguna crema o cualquier otro producto, queremos la piel totalmente al natural.
En el caso de que tu piel empiece a secarse y la notes tirante al gesticular, lo más probable es que tengas la piel seca. Al contrario, si se te empieza a engrasar la piel y la notas húmeda o brillante una hora después de lavártela, seguramente tu tipo de piel sea grasa. Si notas una mezcla de las dos, es decir, que hay zonas de tu rostro que se resecan y hay otras que notas más húmedas, podrías tener la piel mixta.
En caso de pieles sensibles, basta con que te acaricies zonas del rostro con fuerza o te apliques cualquier crema nueva o a la que tu piel no está acostumbrada. Si tu piel reacciona enrojeciéndose o provoca alguna reacción como sensación de calor, tienes la piel sensible.
Si sigues teniendo dudas, puedes rellenar nuestro cuestionario gratuito a continuación y te responderemos con tu tipo de piel y nuestras recomendaciones de skincare.
Tipos de piel





1. Limpieza
Para empezar tu rutina es necesaria una limpieza del rostro para eliminar o retirar toda la suciedad que se pueda acumular a lo largo de las horas.
Para las pieles grasas; nuestra recomendación es usar geles limpiadores que controlen la producción excesiva de sebo. Ingredientes como el ácido salicílico y la niacinamida cumplen bien esta función. Cabe evitar los limpiadores demasiado agresivos que puedan causar un efecto “rebote”.
Para las pieles secas; recomendamos limpiadores en aceite o cremosos que no eliminen la barrera protectora de la piel. Con ingredientes como la glicerina, las ceramidas y los aceites naturales, conseguirás una piel limpia y sin roturas.
Para las pieles mixtas; deberías optar por un gel suave que regule la producción de sebo a la vez que hidrata y no reseca demasiado la piel. El té verde es un buen componente para cumplir con estas funciones.
Para las pieles sensibles; recomendamos limpiadores sin alcohol, fragancias o sulfatos, ya que son componentes que pueden resecar y afectar a las pieles más sensibles. El agua micelar o los limpiadores y las brumas con avena son una muy buena opción, ya que son ingredientes calmantes.
Para las pieles normales, recomendamos cualquier limpiador suave que acompañe a sus necesidades.
*TIP: con lavar la cara dos veces al día (mañana y noche) es SUFICIENTE. Lavarla en exceso o por defecto puede ser perjudicial. Recomendamos la creación de una rutina de día y otra de noche.
2. Tonificación
El tónico ayuda a restaurar el pH de la piel después de la limpieza y la prepara para los pasos siguientes.
Para las pieles grasas; tónicos con ácido salicílico para controlar el brillo.
Para las pieles secas; tonificantes hidratantes con ácido hialurónico o agua de rosas.
Para las pieles mixtas; tónicos suaves con extracto de pepino o niacinamida.
Para las pieles sensibles; tónicos calmantes con manzanilla o aguas termales.
Para las pieles normales, cualquier tónico hidratante y no muy agresivo sirve en estos casos.
*TIP: aplica el tónico con un algodón o directamente con las manos a toques suaves, recuerda que es de textura acuosa.
3. Hidratación
La hidratación es clave para mantener saludable tu barrera cutánea.
Para las pieles grasas; usa geles hidratantes con texturas más suaves o a base de agua, contando con ingredientes como el aloe vera o el ácido hialurónico.
Para las pieles secas; opta por cremas con ceramidas, aceite de argán o de jojoba.
Para las pieles mixtas; un hidratante ligero con ácido hialurónico ayuda a equilibrar las zonas de la piel.
Para las pieles sensibles; busca productos sin fragancia con ingredientes calmantes como la avena o la centella asiática.
Para las pieles normales, cualquier crema hidratante suave para hidratar lo justo y necesario.
*TIP: aplicar la crema directamente en la piel húmeda para retener la hidratación por más tiempo.
4. Protección solar
De manera general, escoge la que mejor te funcione, sin fragancias ni ingredientes comedogénicos y con una protección siempre de 50+. Intenta evitar las cremas de supermercado para la playa, ya que suelen ser más agresivas para la piel del rostro.






Hasta aquí el capítulo de hoy.
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